lunes, diciembre 26, 2011

La noche no existe















No recuerdo mucho del momento
Solo el humo que invadía nuestro espacio
Convenientemente mal ubicado.

Y la ansiedad
Mucha ansiedad.

Un curioso tic en los dedos
Dos tequila sunrise
Varios silencios incómodos.

“El problema es querer mucho. Yo creo que no estamos hechos para querer, o al menos no demasiado. ¿Entiendes?”

“Hmmm…”

“A veces uno trata demasiado…”

“Hmm…”

“…¿O será verdad todo? No. Perdón por lo de antes… fueron palabras impulsivas”

“H…”

“De todas maneras es ¿no?”

“…”

“Creo que tratas siempre demasiado…”

“ ”

Y el humo, el humo, el humo, el humo.
Y todo se borra
Y ya no me acuerdo de los 31 seres lunares habitantes
Aunque viven impregnados en mis parpados
Y el eco de las palabras nebulosas
Siempre vivirá.

Igual que el 16 de setiembre. De todas las noches que me restan con la almohada.

PD: La conversación de arriba no es necesariamente real o imaginaria. 
222.

High flying birds.


Ayer soñé que aparecías
fugaz y transparente
a entregarme un beso
y una mirada salvaje.

En mi sueño, la luna
la luna siempre
y tu fugaz
y la luna de nuevo.

Y ya no es roja.
Y cuando pierde su color
Ya no existe nada.

Nada.

Ilusiones que no se manifiestan
Un niño golpeando dentro de mí
El sonido de mi aliento
Condensado.

Y de nuevo nada.
Y de repente la duda
Y de repente el miedo
Y de repente abrazo
la pata de mi cama.

Y en mi cabeza se pelean los recuerdos.

Ayer soñé que aparecías
pero ya no estoy seguro de que haya sido un sueño.