
Y yo esperé tu llegada, y desespere cuando veía todas menos tu cara. ¿A dónde huiste corazón? ¿Por qué ya no reímos? ¿Por qué ya no te abrazo? ¿Por qué solo quedan pergaminos de nuestros lazos?
Si estuvieras, si pudiera, si supiera… me gustaría enseñarte todos estos sentimientos presionados entre mi pecho y mi cabeza…
Pero no estás, y no volverás… y en parte yo soy culpable y no me queda más que aceptar. Asi como también acepto que de entre todos mis enamoramientos de niño jugando a ser adulto, tú has sido el más fuerte, tal vez el único de verdad… pues nunca el mundo se había derrumbado tanto, nunca las ansias me habían consumido de tal manera, nunca extrañe tanto una presencia, nunca sentí tanta urgencia… como esta urgencia, de encontrarte y de una vez besarte.
Y a los que leen este fruto caído del árbol oscuro, esta entrada no es para nadie que ustedes crean, esta entrada es para alguien que ni yo mismo creía… esta entrada es para alguien a quien no supe apreciar, alguien que me llego a tocar, alguien que voy a tener que olvidar… alguien cuyo nombre ya no voy a mencionar.
Tú tienes la virtud
de encadenar
a tus pies mi corazón.
Y en el ritmo cadencioso
del canto aprendido
pende un llanto divino
oh Virgen del Sol.
PD: Esta entrada fue inspirada por la ultima entrada en el blog mapicosas.blogspot.com Gracias Mapi :)
2 comentarios:
A veces, sin darnos cuenta, hay gente que nos ama despacio, en silencio y de costadito. A veces, nos enteramos tarde... otras veces, nunca. Pero recuerda que, si bien las nubes desaparecen, estas se vuelven a formar.
Y no vale arrepentirse de lo que no fue... Déjate de "hubieras" y sigue adelante, que hoy sabes más que ayer.
Pd. De nada (:
Te haré un comentario que dirá: comentario. Dioses, soy más profundo que el mar.
Publicar un comentario