
En las pesadillas me endulzas apelando a mi deseo, sabiendo que quiero-y-no-quiero… empapándome los ojos con miel, porque lo que tú haces, no puedes hacer, no lo puedo ver.
En los sueños, en cambio, yo te puedo capturar, puedo tenerte encima y no dejarte respirar, puedo robar tu mascara pulida y obligarte a que me digas la verdad, puedo estrujar la carne y sentirte vibrar, como si fueras un volcán a punto de estallar.
Pero ni sueños, ni pesadillas son realidad.
No llevo la cuenta de las “segunda oportunidad”
He de confesarte que estoy un poco cansado…
De esperar a que decidas tú terror abandonar.
1 comentario:
Yo sé que tú tienes poderes mágicos (uu). No tengo más que decirte, solo que este post me ha cautivado oh pequeño amigo.
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