Tengo miedo al silencio del día que siempre resulta siendo el mismo. Tengo miedo al filo carmesí que me seduce a entregar el flujo sobre mis brazos a las frías lozas azules. Tengo miedo al palpitar de los canales que expanden y extienden una falsa tranquilidad. Tengo miedo de aquel que da palmadas bajo mi nuca y promete que todo va a sanar. Tengo miedo balancear cosas sobre mis manos. Tengo miedo de mí. Tengo miedo de que me entiendan. Tengo miedo, porque siento que entre el sueño azul que construyen todos, yo me voy a ir a la mierda.
Pero al menos hoy he podido decir, que tengo miedo. Y que desearía que los sábados, no sean días enteros.
Dicen que los peores embusteros son los propios temores. Quizá sea cierto. Quizá no. Pues también dicen que nunca se teme bastante al confiar en otro. Tú tienes en quién confiar y lo sabes. A veces, sentir que todo el cuerpo es arrastrado por un agujero negro en la garganta nos lleva a descubrirnos de maneras siempre nuevas. Eso es algo lindo. Es lo lindo del miedo. Es la emoción hecha cuerpo en movimiento. Sentir: es lo primero que hacemos al nacer, y no hay nada tan mágico como eso.
El miedo es la unica forma de sobrevivir, si no tuvieramos miedo no podriamos controlar nuestros impulsos. morir no esta en mis planes, aún no. felizmente yo tambien tengo miedo.
3 comentarios:
Dicen que los peores embusteros son los propios temores. Quizá sea cierto. Quizá no. Pues también dicen que nunca se teme bastante al confiar en otro. Tú tienes en quién confiar y lo sabes. A veces, sentir que todo el cuerpo es arrastrado por un agujero negro en la garganta nos lleva a descubrirnos de maneras siempre nuevas. Eso es algo lindo. Es lo lindo del miedo. Es la emoción hecha cuerpo en movimiento. Sentir: es lo primero que hacemos al nacer, y no hay nada tan mágico como eso.
El miedo es la unica forma de sobrevivir, si no tuvieramos miedo no podriamos controlar nuestros impulsos.
morir no esta en mis planes, aún no.
felizmente yo tambien tengo miedo.
tengo miedo que nunca me respondas, de nunca conocerte, de nunca conocer alguien como tu o que por lo menos se paresca un poquito a ti.
Publicar un comentario